And I won‘t ever forget the warmth of your smile.

Hacer algo por otra persona para hacerla felíz, es felicidad para la persona que lo hace, al menos para mí. Saber que vos, por una parte, sos causante de aunque sea de una mínima parte de su felicidad, es sentír un tsunami de emociones, es entrar en un estado de éxtasis que no tiene comparación. No hay nada más pasivo, más emocionante, más satisfactorio, que sacarle una sonrisa de oreja a oreja a una (o más) persona/s.

No es sólo el hecho que lleva a esa persona a ser felíz, es el resultado, los sentimientos. Es mirar esa persona a los ojos y ver la expresión de felicidad inmensa que hay en ellos, de gratitud, de paz infinita. Ver dentro, y más allá de ellos, como si fueran tuyos. Entonces ves su mundo desde tus ojos, te metes debajo de su piel para sentír lo que siente.

Uno no hace algo por otra persona porque espera lo mísmo a cambio, o por lo menos en mi caso. Lo hace porque te hace sentir bien. -Bien? te hace sentír INCREIBLE.- Es como dar para recibír, salvo que yo no pido nada a cambio, porque es el sentimiento mísmo que me hace sentír más que conforme.

Verlas juntas, sonriendo, riendo, recordando, viviendo, por ahí hasta reconstruyendo, fue una imagen que creo que no me voy a sacar jamás de mi mente. Me hace sentír viva, me hace sentír más que genial. Y yo, les digo gracias a ustedes, por dejarme haber formado parte de todo esto.

5/4.