Art and something more.

Caminábamos así, por la calle, juntos, en distintos planos. Entrábamos a los escenarios como quien quiere saltar el abismo y tocar lo que hay después.
Cae lo que es una escalera por un derrite de risas.
El quiere entender el amanecer, yo lo quiero. Es entonces cuando encontramos "Tranquilos, sigan pintando". Habló en el espacio intacto sobre la juventud, y algo que pronunciaba como Arte. Sonó una mano y fue júbilo. Bellas Artes, y partió.
Un personaje, o dos, quizás tres. Como los libros en una biblioteca de mares. Alguno escribe en el aire, con una lapicera torcida. Se muerde los dientes por escasez de capital, pero sabe que son pocos los que tienen una rosa y ven a través de ella.
Doblamos en el pasaje de paraguas sin pantalones, de los burlones. Comienzo a hablarle sobre palabras nuevas, conceptos que todavía nadie los hizo existir, y mundos inventados. Al mismo tiempo, nuestra caminata es una exposición de visiones, donde vemos vida, vemos Arte. En una vitrina, encontramos un edificio mirándonos, tal vez perdido. Pero en Arte es un rectángulo, como al tomar una pequeña rama, entendemos que es muy chiquita. ¿Un grano de arena? diminuto, y el cielo, ¿Un sonido? una caricia. Saboreamos ese mundo compacto de piezas.
En otra vitrina, el personaje de ojos altones dice que somos nuestras propias marionetas, encerrados en ese molde, con sed de exterior. La vida es la maqueta bajo nuestros pies, licuada de nuestras huellas de carbonilla. Yo río, él baila.
En una cocina, alguien escucha jazz y se despista en un solo difícil de evitar para el oído. Así, una gota de caramelo cae y yo la rebobino.
Creo que estoy despierta..